viernes, 18 de mayo de 2012

La crisis y la educación.

Aprovecho la ocasión para hablar de la crisis, esta crisis que trae de cabeza a más de cinco millones de personas; esta crisis que está teniendo grandes repercusiones en ámbitos hasta ahora intocables, como la sanidad o la educación. Quiero centrarme en la educación ya que es el que más directamente nos afecta.

Con la entrada del nuevo gobierno se han planteado una serie de reformas que se aplicarán en lo sucesivo al ámbito educativo.Son muchos los que consideran erróneos los ajustes realizados en educación y consideran que será una vuelta al pasado en educación. Entre otras consecuencias, se aumenta el número de alumnos por clase y se reduce el número de profesores para impartir asignaturas.

Una de las principales consecuencias de esta crisis, es que al terminar las carreras universitarias, los estudiantes nos vemos sin trabajo y sin forma de poner en práctica aquello que tanto trabajo nos ha constado aprender. La opción más seguida es la de seguir formándose, pero debido a las reformas en educación, esto resulta cada vez más difícil, ya que las tasas universitarias han subido repentinamente.

Algunas de estas reformas son la sustitución de la asignatura de educación para la ciudadanía que tanto ha dado que hablar desde su implantación; la reforma de la educación secundaria, que pasará a durar tres años añadiendo uno más al bachillerato; se realizarán pruebas censales de conocimientos mínimos en las que los resultados negativos no afectarán al expediente, pero se premiarán los buenos resultados; se dará mayor importancia al papel del docente, se cambiarán los métodos de acceso a la carrera con el fin de seleccionar a los mejores; se hará una reforma del sistema universitario, la cual según el ministro de educación necesita un gran cambio y por último se pondrá énfasis en el estudio del inglés y en el uso de las nuevas tecnologías.

Ahora bien, todas estas reformas no sólo traerán las consecuencias positivas que se ha planteado el gobierno, sino que supondrán cambios a peor en la sociedad española y , en el caso de la universidad, con la subida de tasas se dificultará el acceso a ellas a las personas con menos posibles.





Esto ha tenido una respuesta ya por parte de la sociedad española, la cual ha salido en varias ocasiones a la calle a manifestarte con el fin de impedir que éstas reformas se llevasen a la práctica, lo cual no ha servido para nada hasta el momento. A pesar de todo, debemos ser cautos y esperar, dar tiempo a estas reformas y observar detenidamente los resultados que se van obteniendo, para después poder hacer una valoración cercana a la realidad.

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